miércoles, 25 de agosto de 2010

El juego de las siete diferencias o la seriedad inútil de mantenerse informado con actualizaciones a la carrera

Hoy el niño del siglo XXI es de los más mayores, tiene 10 años. A la hora de la siesta, esas horribles dos horas de digestión en las que tinenes que estar encerrado en casa y todo el mundo duerme y no se puede hacer rudio, le ha dado por ojear la noticia del altercado en la base de Qala i Naw, en Afganistán.

Al despertarse un adulto, se sorprende de lo tranquilo que ha estado el pequeño de la casa. Le pregunta que qué ha hecho y el niño le responde, con cierto tedio, que "jugar a las siete diferencias" justo antes de marcharse a por el bañador, porque el final de la siesta suele significar que ya pasó la hora de la siesta. El adulto, extrañado, se encuentra en la pantalla del ordenador varias ventanas abiertas con la misma noticia.

En un diario pone que "un policía afgano mata a dos guardias civiles que le instruían y a su intérprete". En otro "el agresor de los guardias civiles era un chófer con contactos con los talibanes". En el de más allá ha dicho el ministro de Interior que había 200 personas en el exterior manifestándose pero que no hubo demasiados problemas mientras que hay agencias que hablan de disturbios de más de mil personas e incluso tiroteos hacia la población afgana con alguna víctima incluída.

Ya en el césped, frente al agua, el adulto piensa que es imposible que un niño de 10 años sepa lo que es un talibán o lo que hacen los guardias civiles en Afganistan, es más, probablemente no sepa dónde está ese país tan raro. Pero, misteriosamente, esta noticia le ha mantenido entretenido durante la hora más aburrida del día veraniego.

A la caída del sol, tiritando hecho un ovillo entre la toalla, el chico de la década recién estrenada le dice a su mayor que hay algo que no ha entendido en los periódicos. Mientras su interlocutor piensa cómo explicarle el conflicto afgano, una pregunta sale disparada de la boca que tirita "¿Por qué los mayores publican cosas tan distintas en los periódicos sobre una misma hecho que ha visto mucha gente? ¿Quién miente y quién no? ¿No saber la verdad a ciencia cierta porque hay muchas es a lo que los mayores llamaís 'mantenerse informado'?". La pregunta, para viariar, era más compleja de lo que pensaba. Pero la carrera competitiva de los medios por actualizar todo lo que sucede al segundo en la red -estén las cosas claras o no- tiene mucho que ver.

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