jueves, 19 de agosto de 2010

La frontera como espejo femenino

Imaginemos un espejo de unos 11 kms, tan largo como la frontera de Marruecos con Melilla. Delante de él un grupo de marroquíes protestan por los tratos vejatorios de la policía hacia las personas que traspasan sus fronteras. Protestan también por las mujeres.

Es sabido por todos que los métodos de la policía alauí no son precisamente los más limpios. No hablo de los sobornos que "ofrecen" a los turistas como dinero extra para equilibrar el escaso sueldo con el que dan de comer a sus familias. En este caso -y sólo en este caso- tampoco me centro en el acoso constante y violento que ejercen sobre la población saharaui. Me refiero a las fronteras y a las mujeres subsaharianas que llegan a ellas.

Poco se sabe sobre estas personas de entre 18 y 25 años que para huír de sus países atraviesan África en un periplo que suele durar unos 3 años en los que tienen como única fuente de supervivencia la prostitución -aunque son sistemáticamente violadas hasta por sus compañeros de viaje-. Muchas de estas mujeres invisibles opinan que el país más duro de su trayecto es Marruecos, el último paso hasta llegar al dorado europeo. En marzo de este año, Médicos sin Fronteras también se ha hecho eco publicando un estudio sobre el trato que reciben las mujeres subsaharianas en territorio marroquí por parte de las autoridades.


Ahora no hace falta que imaginemos, porque ya ha sucedido, una frontera de 11 kms, la de Melilla con Marruecos, con un grupo de hombres quejándose por el trato racista que reciben por parte de las mujeres policía en la frontera española. En caso de ser cierto y haber racismo por parte de las policías -y no una actitud especialmente hostil debido al machismo que tal vez las desautoriza como seres inferiores- al niño del siglo XXI le parece bien que protesten -aunque sabe que el boicot afecta a los pequeños comercios que nada tienen que ver-. De momento el boicot ha quedado paralizado tras haber calado -con inmensa confusión respecto a sus verdaderos fines- en la opinión pública pero ¿Por qué no se ponen un espejo por frontera y protestan por las injusticias reflejadas? Mujeres, extranjeros, maltrato policial... en el fondo no tendrían que cambiar las palabras clave de su protesta .

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